En un reciente encuentro celebrado en Madrid sobre la arqueología subacuática, el viceministro de Patrimonio Cultural de la República Dominicana, Gamal Michelén, se pronunció en contra del creciente movimiento de descolonización que ha ganado fuerza en países como México y Colombia. Según Michelén, este enfoque no es el adecuado, ya que «la historia es la historia, no es la que nos gusta que sea la historia». En su intervención, defendió la idea de que la historia no puede ser reinterpretada de manera especulativa, afirmando que «la historia es sencillamente lo que sucedió».
Durante el evento, titulado ‘Arqueología bajo el mar. Galeones, huracanes y naufragios’, el viceministro subrayó la importancia de no analizar los hechos históricos desde una óptica de buenos y malos. A su juicio, este enfoque distorsiona la realidad y los legados históricos: «Hay gente perversa que deja un legado y hay gente buena que no deja nada». En este sentido, Michelén aseguró que en República Dominicana existe una gran simpatía y empatía hacia España, destacando la relevancia de los vínculos históricos que comparten ambos países.
Aquí se puede ver el evento completo:
La colaboración en la preservación del patrimonio subacuático
Uno de los principales temas abordados en el encuentro fue la cooperación entre República Dominicana y España para preservar el vasto patrimonio arqueológico sumergido en las costas caribeñas. Carlos León, arqueólogo y coordinador del evento, explicó que en las costas dominicanas yacen más de 65 naufragios de origen español, de los cuales solo una docena ha sido identificada. La localización, identificación y preservación de estos restos es una tarea pendiente que, según León, debe considerarse patrimonio común entre ambos países.
El evento coincidió con la conmemoración de los 300 años del naufragio de los galeones Guadalupe y Tolosa en la bahía de Samaná, ocurridos en 1724 cuando ambos navíos fueron sorprendidos por un huracán mientras se dirigían a Veracruz. Este desastre, que causó la muerte de más de 600 personas, es uno de los episodios más trágicos en la historia de la navegación española del siglo XVIII.
El legado del galeón Guadalupe
El galeón Nuestra Señora de Guadalupe, cuyas ruinas descansan a seis metros de profundidad, se ha convertido en un objeto de estudio relevante para los arqueólogos subacuáticos. Según Cruz Apestegui, especialista en construcción naval española, el Guadalupe es un ejemplo único de un navío capitana acondicionado para el transporte de mercurio, elemento crucial para el procesamiento del oro y la plata en las colonias.
Desde su descubrimiento en 1976, el galeón ha revelado más de 5.000 objetos, consolidando su valor histórico y arqueológico. Sin embargo, como destacó el también coordinador del encuentro, este patrimonio sumergido es una gran responsabilidad para la República Dominicana, que debe asumir la tarea de conservarlo para las generaciones futuras.
Un caso de éxito en la protección del patrimonio subacuático
Mónica Gutiérrez, directora del Museo de las Atarazanas Reales de Santo Domingo, recordó que en el pasado, los pescadores locales solían vender las piezas que encontraban en el mar, en una época en la que los cazatesoros también actuaban libremente. Sin embargo, la situación ha cambiado significativamente desde que en 2021 el país ratificara la Convención de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural subacuático. Gutiérrez calificó al museo como «un caso de éxito en la gestión del patrimonio cultural subacuático», ya que alberga más de 1.300 piezas de origen español, francés, holandés y pirata.
Por su parte, la arqueóloga Carlota Pérez-Reverte subrayó la necesidad de sensibilizar a la población sobre la importancia de este patrimonio. «Necesitamos que las personas conozcan su historia y establezcan un vínculo con ella para que también se sientan impulsadas a protegerla», comentó durante su intervención, en la que abordó la difusión y el impacto del patrimonio subacuático.
Finalmente, el almirante Enrique Torres Piñeyro, director del Instituto de Historia y Cultura Naval de la Armada Española, resaltó que muchos de los naufragios españoles alrededor del mundo son considerados tumbas de marinos, lo que les otorga un valor incalculable como patrimonio de la Humanidad.
Compromiso con la preservación
El Ministerio de Cultura de España también ha jugado un papel clave en la protección de estos naufragios. María Agúndez, subdirectora general de gestión de bienes culturales, explicó que el ministerio ha trabajado en la identificación de pecios españoles hundidos fuera de sus fronteras y ha liderado importantes exposiciones, como ‘El último viaje de la Fragata Mercedes’ o ‘La Flota de Nueva España y la Búsqueda del Galeón Nuestra Señora del Juncal’. Asimismo, destacó la formación de profesionales en colaboración con Aecid en países de América Latina y Filipinas.
República Dominicana y España parecen decididas a reforzar lazos históricos a través de la preservación de este valioso legado sumergido, garantizando su conservación y estudio para las futuras generaciones.