Un técnico de ascensores en un museo de Países Bajos cometió un error insólito al desechar una obra de arte que, a simple vista, parecía un par de latas de cerveza vacías. Sin embargo, estas latas formaban parte de una creación meticulosamente elaborada por el artista francés Alexandre Lavet, quien utilizó pintura acrílica para replicar cada detalle con precisión.
El Museo LAM, ubicado en la ciudad de Lisse, a unos 30 kilómetros de Ámsterdam, destacó que la obra simboliza recuerdos preciados de momentos compartidos con amigos. “Aunque las veladas con una bebida puedan parecer triviales, representan momentos valiosos de conexión humana”, explicó el museo en un comunicado.
Una confusión comprensible
El incidente ocurrió cuando un técnico, que reemplazaba al encargado habitual, vio las latas colocadas en el hueco de cristal de un ascensor. Según el museo, la ubicación formaba parte de su estrategia de exhibir obras en espacios “poco convencionales” para animar a los visitantes a reinterpretar los objetos cotidianos.
“No culpamos al técnico, solo estaba haciendo su trabajo”, afirmó Sietske van Zanten, directora del museo. “En cierto modo, este error resalta lo efectiva que es la obra de Lavet”.
Recuperación y nueva exhibición
Las latas fueron recuperadas de una bolsa de basura, limpiadas y, tras el percance, se colocaron en un pedestal tradicional a la entrada del museo. Elisah van den Bergh, curadora del LAM, comentó que aún no han decidido su próxima ubicación, pero destacó el impacto de exponer arte en lugares inesperados.
Este incidente recuerda otros malentendidos en el mundo del arte moderno. En 2022, un visitante de una galería en Corea del Sur se comió un plátano que formaba parte de una obra de Maurizio Cattelan, famosa por haberse vendido en 2019 por 120.000 dólares.