Un golpe perfectamente planificado ha sacudido al Museo Nacional Adrien Dubouché, en la ciudad francesa de Limoges. Durante la madrugada del jueves 4 de septiembre, varios individuos accedieron al interior del museo a través de una ventana y sustrajeron tres valiosas piezas de porcelana china, valoradas en conjunto en 9,5 millones de euros, según los primeros informes recogidos por la prensa francesa.
El robo se produjo a pesar de que la alarma del museo se activó en el momento del asalto. No obstante, los ladrones lograron huir con dos platos y una vasija antes de que llegaran los servicios de seguridad. El director del museo, Emile Roger Lombertie, confirmó a los medios que el sistema de seguridad funcionó, aunque reconoció que «debe ser revisado» para evitar futuros incidentes.
Piezas únicas y de gran valor cultural
Las tres piezas robadas están catalogadas como “tesoros nacionales” por el propio museo. En el caso de los platos, se trata de objetos de gran relevancia histórica, elaborados en porcelana blanca y azul por la prestigiosa manufactura china de Jingdezhen, y datados entre los siglos XIV y XV.
La tercera pieza sustraída es una vasija china del siglo XVII, cuyo valor estimado asciende a 6,5 millones de euros, convirtiéndola en la más valiosa del trío robado.
El Museo Adrien Dubouché, uno de los referentes mundiales en cerámica, cuenta con una colección de aproximadamente 18.000 piezas, lo que lo convierte en la mayor institución dedicada a la porcelana de la región.
Investigación en marcha y cierre temporal del museo
Tras el robo, el museo permaneció cerrado durante la mañana del jueves, mientras la Fiscalía de Limoges anunciaba la apertura de una investigación por “robo agravado de bienes culturales expuestos en un museo, cometido en grupo y con degradaciones”.
Las autoridades trabajan ya en el análisis de las cámaras de seguridad y otros indicios que puedan llevar a la identificación de los autores del asalto. La magnitud del robo ha generado una gran preocupación en el ámbito cultural francés, especialmente por el valor patrimonial de las piezas desaparecidas.


Qué horror que hayan robado esas piezas tan valiosas. Es una pena que la seguridad fallara, aunque entiendo que ya revisarán todo. Espero que los ladrones sean capturados pronto y que las obras se recuperen intactas. ¡Qué golpe para el museo y para la cultura!
Qué increíble! ¿Robar porcelana en un museo y que la alarma suene es como atrapar a un par de moscas con un secador de pelo. ¡Impresionante! Es como si alguien entrara a robar un armario de ropa de alta costura y la alarma fuera ¡Hola! en lugar de ¡Alto!. Los ladrones son realmente astutos, casi tan inteligentes como los que crearon la seguridad. Espero que la investigación sea tan emocionante como un episodio de Misteriós a Limoges, donde deducen quién usó la última galleta. ¡Qué drama para el museo y qué espectáculo para nosotros, los lectores!